Leguminosae (Fabaceae)
La vulneraria es una planta perenne con una raíz penetrante que lleva un tallo erguido, cubierto de hojas alternas imparipinnadas. Las hojas de la roseta terrestre son enteras. Las flores amarillas se agrupan en cabezuelas terminales a razón de dos por tallo. El fruto es una vaina. Toda la planta está cubierta de un fino vello.
Se la encuentra comúnmente en los collados secos, en las praderas y en los pastos asentados sobre un sustrato suficientemente rico en cal. La vulneraria se cultiva como planta forrajera.
Se recogen con fines medicinales las flores, o mejor dicho, las cabezuelas (flos anthyllidis). Estas se recolectan a mano, sin pedúnculo, al principio de la floración. Las cabezuelas marchitas se desprecian, ya que tienen tendencia a caerse a pedazos y a tostarse al secar. Una vez secas, se mantienen las flores en un lugar carente de humedad en bolsitas cerradas.
Contienen taninos, saponinas, mucílago, azúcares y pigmentos. En aplicaciones internas, ejercen un efecto astringente, desinfectante y ligeramente laxante. Para estimular el organismo y facilitar los intercambios celulares, se prepara una infusión a razón de dos o tres cucharadas por cada cuarto de litro de agua. Se deja reposar durante 15 minutos y se consume a lo largo de todo el día.
En aplicación externa, sirve para compresas, baños, lavado de heridas infectadas, furunculosis, eczema, y gárgaras en el caso de inflamaciones de la cavidad bucal, de las encías o de las amígdalas; se emplea una infusión preparada con una dosis doble de partes activas.
Mezclada con hojas de frambueso, de planta de fresa y flores del endrino, la vulneraria se consumía antiguamente como sucedáneo del café.
Época de floración: V-VII
Cosecha: cabezuelas V-VI