Valeriana officinalis L.
Planta herbácea vivaz, de raíz gigantesca y de pequeña cepa, de la que brota un tallo anguloso y con hojas opuestas y pinnadas. El tallo está rematado por un corimbo de florecillas blancas o rojizas. Su fruto es un aquenio con copete. Esta especie se extiende por Europa, Asia y América. Es una planta medicinal muy antigua, como lo indica su nombre científico derivado del latín valere = estar bien.
Se cultiva la valeriana en pleno campo. Al segundo año se le arrancan las raíces (radix valerianae), que se limpian y lavan rápidamente (sin pelar ni raspar); se cortan si es preciso y se ponen a secar enseguida a una temperatura máxima de 35° C. Es únicamente al secarse cuando la raíz toma el olor penetrante que, incluso a distancia, atrae a los gatos. La raíz desecada contiene entre 0,5 y 1% de un aceite esencial rico en pineno y en canfeno, alcaloides, ésteres de ácidos orgánicos, ácido valérico e isovalérico, taninos y jugos amargos.
Los remedios a base de valeriana atenúan la irritabilidad nerviosa, los trastornos cardíacos de origen nervioso y los calambres. Se emplean en caso de depresión nerviosa, cansancio, agotamiento intelectual e insomnio crónico. Se prepara una infusión o una maceración en frío con dosis de 0,5 a 5 g de raíz; es además eficaz contra los vómitos, la timpanitis y los parásitos intestinales. A menudo se emplea el extracto alcohólico (gotas de valeriana, tinctura valerianae) por ser éste un sedante nervioso.
Época de floración: VI-VIII
Cosecha: raíz VIII-X