Tilia platyphyllos SCOP.
Árbol de bello aspecto, plantado con frecuencia en los paseos, parques, zonas repobladas y en las proximidades de las viviendas. Sus ramas, de color pardo oscuro, soportan grandes hojas cordiformes con ambas caras de color verde persistente, peciolos vellosos y manojos de pelos blancos en los huecos de su nervadura. En las axilas de sus hojas nacen inflorescencias pedunculadas, que incluyen entre 3 y 7 flores provistas de una larga bráctea membranosa. Su fruto es un aquenio globuloso y velloso. Se trata de una especie abundante en los países templados, y considerada desde hace mucho tiempo como una de las más importantes plantas medicinales.
Se recolectan las flores (flos tiliae) a mano, en plantas que estén alejadas de las ruidosas vías de circulación y del polvo. Dichas flores son puestas a secar a la sombra y en lugar bien ventilado, aunque deben ser aireadas con prudencia. Han de ser conservadas en seco y renovadas todos los años. Son relativamente pobres en aceite esencial; pero contienen azúcares, mucílago, taninos y once diferentes glucósidos. Es precisamente esa presencia de flavonoglucósidos la que proporciona al tilo su efecto sudorífico, pues ejercen una acción indirecta sobre las glándulas sudoríparas. Con ese fin se prepara una infusión de 1,5 gramos de flores por cada taza de agua. La tila entra también en la composición de numerosas tisanas de efectos diuréticos, estimulantes del apetito y antirreumáticos.
La decocción de flores se emplea en enjuagues de boca, gargarismos y como producto cosmético para los cuidados de la piel; también se aplica como protección en lugares polvorientos y contra la exposición solar excesiva.
Época de floración: VI-VII
Cosecha: flores VI-VII