Tilia cordata MILL.
Gran árbol de ramaje globuloso, que puede alcanzar hasta 40 m de altura. Sus hojas cordiformes tienen un limbo ligeramente asimétrico y dentado, de color verde fuerte en el haz y glauco en el envés, con pelos rojizos en los huecos de los nervios. En la axila de las hojas nacen inflorescencias pedunculadas compuestas de cimas, que comprenden entre 3 y 15 flores provistas de una gran bráctea membranosa. Sus frutos son aquenios globulosos. El tilo crece en Europa, Asia y América, en forma aislada, en bosques de tilos y en los linderos de los bosques. Se encuentra sobre todo plantado como especie ornamental en paseos, en parques o junto a monumentos, en las proximidades de las viviendas.
Se recolectan las flores, llamadas tilas (flos tiliae), con tiempo estable y soleado. Se ponen a secar a la sombra, en lugar aireado, hasta que tomen un color verde amarillento. Tienen un olor agradable y un tacto mucilaginoso. La infusión de tila es el remedio más seguro contra los resfriados, pues resulta marcadamente diaforética. También es ligeramente estimulante del apetito, sedante y diurética. Las ramitas secas sirven para la fabricación del carbón de tilo (carbo tiliae), el cual se utiliza contra los gases intestinales, el exceso de acidez gástrica, las enfermedades hepáticas y biliares y en caso de absorción de veneno.
El tilo es una excelente especie melífera: un único árbol permite la producción de 10 kg de miel clara. Su madera es empleada en carpintería y grabado, y su liber en horticultura. El tilo (T. platyphyllos) ofrece las mismas aplicaciones.
Época de floración: VI-VII
Cosecha: flores VI-VII