Compositae (Asteraceae)
El pie de gato es una planta herbácea perenne y tapizante que se extiende por medio de retoños enraizados. Las hojas terrestres tienen forma de lezna; las caulinarias son lineales y aplicadas contra el tallo. Su cara inferior es blanca y tomentosa. Las cabezuelas florales están dispuestas en corimbos terminales; una parte de las plantas solo produce flores violáceas con pistilo, las otras tienen flores blancas hermafroditas.
Los frutos son aquenios vellosos. El pie de gato crece en las pendientes secas, en los lindes de los campos, en las praderas y en los bosques, mayormente sobre un sustrato arenoso. Ocupa un amplio territorio en el centro y el norte europeo y penetra hasta Siberia. Antiguamente servía para tratar la tuberculosis y la disentería.
Se recogen a mano las cabezuelas florales (flos pedis cati) con un pedúnculo corto, justo antes de su abertura total. Se apartan las cabezuelas coloreadas, que son más valiosas que las blancas. El secado se lleva a cabo sobre cañizos, a la sombra, en un lugar bien aireado. Las cabezuelas tienen un olor agradable y un sabor amargo.
Contiene un aceite esencial, taninos, jugos amargos y pigmentos orgánicos, y origina un efecto astringente, emoliente y colagogo. Se utiliza en infusiones para el tratamiento de las afecciones de las vías respiratorias superiores, del catarro gastrointestinal y de la vesícula biliar. Entran también en la composición de infusiones diuréticas.
El pie de gato es una planta alpina que a menudo se planta en lugares secos y áridos. Sus tallos secos sirven para la confección de ramos ornamentales.
Época de floración: V-VII
Cosecha: cabezuelas V