Juglans regia L.
Este árbol, que al principio tiene una corteza marrón, con el paso de los años va adquiriendo un tono gris, al tiempo que se agrieta su superficie. Sus hojas son imparipinnadas y desprenden un olor aromático. Sus flores estaminíferas se agrupan en amentos, y las femeninas forman yemas terminales. El nogal florece en la primavera, antes de que aparezcan sus hojas. Sus frutos, drupas, son las conocidas nueces. Se trata de una especie originaria del sudeste europeo y de Asia occidental. Se planta a los lados de los caminos o en los jardines, como planta ornamental o frutal.
Para usos medicinales se recolecta el pericarpio verde (pericarpium juglandis nucis) de las nueces maduras. Se pone a secar en capas finas al sol o en secadero, y se le dan muchas vueltas hasta que toma un color marrón oscuro. También se cogen a mano los foliolos jóvenes (folium juglandis), que se ponen rápidamente a secar extendiéndolos sobre cañizos. Tanto unos como los otros contienen un alcaloide, la juglanina, taninos gálicos, aceite esencial y un glucósido, la hidroyuglona.
La terapéutica moderna los emplea como astringentes en el tratamiento de los trastornos gástricos e intestinales (3 cucharaditas, en dos tazas de agua, al día). El producto también cumple un efecto calmante sobre el sistema nervioso y una acción espasmolítica. Se emplea además como hemostático. En aplicación externa, las preparaciones a base de nogal sirven, en dermatología, para curar los sabañones y como gargarismos.
Las nueces son ricas en lípidos y se utilizan abundantemente en la industria alimenticia y en confitería. También se emplea la madera de nogal en ebanistería.
Época de floración: V
Cosecha: pericarpio VII-IX; hojas VI-VII