(Marrubium vulgare L.)
Marrubio es una planta herbácea perenne que crece en forma de mata. Sus tallos son angulosos y tienen hojas opuestas, blancas y tomentosas. En la axila de las hojas superiores aparecen verticilos impares de florecillas blancas. Toda la planta desprende un olor a manzana. Sus frutos son tetraquenios (ver figura, abajo).
La especie es originaria de Europa meridional y crece espontáneamente en los lugares abandonados, sobre todo en las zonas cálidas y soleadas. Antiguamente se cogía y usaba el marrubio para curar la malaria y la tuberculosis. Actualmente se cultiva en pleno campo para las necesidades de la farmacología y puede permanecer hasta seis años en el mismo sitio.
Con fines medicinales se recolectan sus sumidades (herba marrubii albi), cortándolas a mano en plena floración y repitiendo esta operación varias veces al año. Los tallos se secan en capas finas, a la sombra y en un lugar bien aireado, o en secadero a una temperatura máxima de 40°C. Tienen una acción irritante sobre las mucosas y su sabor es amargo. Contienen un principio amargo, la marrubina (6,5%), taninos y saponinas.
Para combatir los enfriamientos de las vías respiratorias superiores, la tos, el catarro y el asma, se bebe una infusión preparada con dos cucharaditas de tallos en una taza de agua, que se toma en el día. Esta infusión es expectorante y calmante. Además, estimula el apetito, la secreción de los jugos gástricos y todos los procesos digestivos.
También aumenta la actividad hepática y la secreción biliar (la marrubina es colagoga). Resulta eficaz para regular el ritmo cardíaco y aliviar las reglas dolorosas. En uso externo, se emplea para tratar las heridas infectadas.
Época de floración: VI-IX
Cosecha: sumidades VI-VIII