Familia: Malvaceae
Planta herbácea perenne, de raíz ramificada y amarilla, que soporta altos tallos erguidos cubiertos de hojas alternas. La planta entera está suavemente afieltrada. En la axila de las hojas, nacen racimos paucifloros compuestos de flores blancas o rosadas. Los frutos discoidales se dividen en segmentos (ver figura, abajo a la izquierda).
La especie, originaria de las regiones mediterráneas, crece en un amplio territorio que va desde Europa occidental hasta Siberia. Se cultiva desde hace mucho tiempo en los jardines, tanto como planta melífera, como medicinal y ornamental.
Toda la planta posee virtudes farmacéuticas. Se recogen las raíces, las hojas y las flores (radix, folium, flores althaeae). Las raíces se limpian, se pelan y se secan a una temperatura máxima de 40°C. Las hojas se pueden recoger progresivamente, a medida que avanza la floración, o de una sola vez, en otoño, cuando se debe interrumpir el cultivo. La flor se recolecta de madrugada, antes de que se abra, con tiempo estable. Se debe secar a la sombra en un lugar bien aireado.
El malvavisco es una de las plantas medicinales mucilaginosas más importantes. Las partes que se recogen contienen mucílago (las flores hasta un 20%, las raíces hasta un 30%), azúcares, almidón, pectina y otras sustancias. Se utilizan en infusiones en casos de inflamaciones de las vías respiratorias altas, contra la tos y como expectorante mucilaginoso. La medicina popular emplea sobre todo la raíz para luchar contra las enfermedades gastrointestinales. La maceración, a razón de una cucharadita de raíz en una taza de agua, se prepara siempre en frío.
En aplicación exterior, sirve para la preparación de apósitos emolientes y gárgaras.
Época de floración: VII-VIII
Cosecha: raíz X-XI y III-IV; hojas y flores VII-VIII