Familia: Malvaceae
Nombre científico: Malva sylvestris L. ssp. mauritanica (SCOP) ASCHERS y GRAEBN. (sin.: Malva mauritiana L.)
La malva silvestre es una planta herbácea de bianual a perenne, originaria del Mediterráneo. A menudo se cultiva en los alrededores de las viviendas rurales como planta ornamental y melífera. De su tallo erguido brotan hojas palmeadas y alternas dotadas de largos pecíolos. En sus axilas se forman grandes flores de color rojo-violeta, soportadas también por largos pedúnculos. Su fecundación se asegura a través de los insectos. El fruto es un disco frágil.
Se cultiva esta malva en pleno campo con fines farmacológicos. Se recolectan las hojas (folium malvae) y las flores (flos malvae mauritinae). Las hojas se cogen a mano, retirando también un corto pecíolo; deben estar sanas y limpias de roya. Las flores se retiran de la misma manera, sin su pedúnculo, pero sí con su cáliz, en buen tiempo y soleado. Tanto las hojas como las flores se ponen a secar sobre cañizos, en finas capas, a la sombra o en secadero, sin superar los 35° C.
Toda la planta es rica en mucílagos, taninos, aceites esenciales, pigmentos, etc. Las hojas, y sobre todo las flores, entran en la composición de tisanas contra los catarros de las vías respiratorias superiores; lo mismo que las del malvavisco, son expectorantes. También desarrollan una acción favorable en el tratamiento de los trastornos gástricos. Se emplean igualmente las cataplasmas emolientes de malva, los baños contra las heridas purulentas, los gargarismos y las aguas para enjuagues de la boca.
Además, pueden utilizarse para los mismos fines la malva de hoja redonda (M. neglecta) y la malvilla (M. moschata).
Época de floración: VI-IX
Cosecha: hojas VI-IX; flores VI-VIII