Humulus lupulus L.
Planta herbácea perenne, que posee una raíz profunda, una cepa ramificada y un largo tallo voluble. Este es anguloso y de hojas palmeadas y opuestas. La planta es dioica. Sus flores estaminíferas (ver dibujo, abajo) forman panículos axilares colgantes; las femeninas se agrupan en conos ovoides. Los frutos son aquenios. Toda la planta está recubierta de un áspero vello.
El lúpulo crece de forma espontánea en los linderos de las florestas y en los matorrales. Las plantas femeninas se cultivan en plantaciones plurianuales, donde pueden alcanzar hasta los treinta años de vida. No se deben fertilizar los conos.
Para usar en medicina se recolectan precisamente dichos amentos o conos (strobilus lupuli) a mano o a máquina. Se ponen a secar a 50° C como máximo. El cribado de los conos secos permite aislar las pequeñas glándulas amarillas que los cubren (glandulae lupuli). Contienen lupulina, que es un polvo de olor aromático y de sabor amargo. Se deben conservar en la oscuridad y en recipientes oscuros herméticamente cerrados y renovados cada año. Contienen una resina, que incluye principios amargos (humuleno) y un aceite esencial.
Estas sustancias ejercen un efecto sedante sobre el sistema nervioso, por lo cual se puede recomendar la infusión de lúpulo en caso de irritabilidad e insomnio y también como anafrodisíaco. Sus jugos amargos son aperitivos, estimulan las secreciones gástricas y regularizan los procesos digestivos (estomacales). El lúpulo es altamente diurético y desinfectante. Se prepara generalmente en infusión a razón de una cucharadita de conos en un vaso de agua, para consumirlo antes de acostarse.
Época de floración: VII-IX