Iris germanica L.
Planta herbácea vivaz con un grueso rizoma subterráneo del que brotan largas y agudas hojas y un alto tallo ramificado. Este último se halla rematado por grandes flores violetas (o blancas). Sus frutos son cápsulas. La especie es originaria de los países mediterráneos. Se cultiva en los parques y en los jardines como planta ornamental y se utiliza desde siempre por sus propiedades colagogas, diuréticas y eméticas.
Se recolecta el rizoma (rhizoma iridis) extraído de las plantas de 3 a 4 años. Ya lavado y despojado de las partes verdes, se pela y se pone a secar a una temperatura máxima de 35° C, sobre cañizos y en capas finas, o también colgado de cuerdas. Durante el secado, toma un olor a violeta producido por una acetona, la irona (raíz de violeta); se ablanda y adquiere un color amarillento. También contiene un aceite esencial, almidón, mucílago y taninos.
Se emplea en los tratamientos de las enfermedades de la vesícula y de la inflamación de las vías respiratorias superiores. Se prepara en infusión a razón de media cucharadita por cada taza de agua, sin sobrepasar la dosis diaria de 3 g. Sirve también a menudo para disimular el sabor y el olor de algunas medicinas.
La destilación del rizoma permite obtener una esencia que se emplea corrientemente en perfumería y en la industria alimentaria. El iris pálido (I. pallida) y el iris blanco (I. florentina) consiguen los mismos efectos, siendo las tres especies plantas medicinales autorizadas por la farmacopea.
Época de floración: VI
Cosecha: rizomas X y III