Planta herbácea perenne de tallo erguido, velloso en su parte superior, cubierto de hojas opuestas imparipinnadas. Sus hojas inferiores están enteras. Aparecen inflorescencias formadas por flores blancas de estambres amarillos. Sus frutos son aquenios (ver figura, abajo a la derecha) rematados por un largo copete.
La especie europea crece en los linderos de los bosques, en los matorrales y sobre las rocas, especialmente en regiones de clima suave. Antiguamente, dicha clemátide era muy buscada para el tratamiento de las enfermedades venéreas, de la gota, de los reumas y de las enfermedades óseas.
Se recolectan sus sumidades (herba clematitis) en la época de la plena floración. Se las deja secar en un lugar bien aireado y se les da la vuelta de vez en cuando. Una vez secas, se conservan en sobres cerrados. Contienen glucósidos, saponinas y otras substancias todavía mal conocidas.
Hoy en día se emplea poco la clemátide en la farmacología; se hacen extractos y gotas contra los dolores reumáticos, la jaqueca, las cefaleas y el tratamiento de las várices. La medicina popular emplea la decocción en compresas sobre las heridas supurantes y las úlceras.
La clemátide es tóxica, aunque esta condición se ve atenuada por el secado. Las hojas frescas pueden dar lugar, en epidermis delicadas, a eczemas de difícil curación.
Época de floración: VI-VII
Cosecha: sumidades VI-VII