(Buxus sempervirens L.)
Árbol o arbolito de hojas persistentes, plantado en los jardines y parques por sus cualidades ornamentales. Las ramas verdes llevan hojas ovaladas opuestas, con borde liso y epidermis plana y coriácea. Al principio de la primavera se forman glomérulos de flores amarillentas en la axila de las hojas: la flor con pistilo en el centro, rodeada de algunas flores con estambres. Su fruto es una cápsula. La especie, originaria de Europa meridional, se ha extendido al mundo entero.
Se recolectan, por desmoche moderado, las hojas (folium buxi). Estas se secan fácilmente a la sombra, pero se les debe dar la vuelta a menudo. Una vez secas, son de color verde y sabor amargo. Contienen sobre todo alcaloides (buxina), aceites esenciales y taninos. Brindan un efecto febrífugo en caso de hipertermia o de inflamación de las vías biliares y urinarias.
Con este fin se prepara una infusión a razón de 1/2 cucharadita por cada taza de agua, o bien se toma el polvo de sus hojas según la dosis de 0,5 g al día, siguiendo el criterio del médico. Antiguamente, se utilizaba el boj como sustitutivo de la quinina en caso de malaria. Exteriormente, las hojas sirven para preparar compresas o baños contra los dolores reumáticos, la gota y las erupciones cutáneas. Es una planta tóxica y hay que respetar las dosis prescritas.
La madera de boj es muy compacta, dura y resistente. Se utiliza para el tallado y para la fabricación de instrumentos de música.
Época de floración: marzo-abril. Cosecha: hojas abril-junio.