El aliso común es un arbusto o un árbol de ramas grises cubiertas de lenticelas amarillas (verrugosidades de la corteza) y de la madera de color anaranjado. Las hojas ovaladas muestran un borde doblemente dentado; su punta es recortada y su superficie fuertemente viscosa, sobre todo en su juventud. El aliso es una planta monoica.
Las flores masculinas se agrupan en amentos y aparecen en la planta el año anterior al de la floración; las flores femeninas forman amentos ovoides que después se lignifican y se mantienen en el árbol durante todo el año. El fruto es un aquenio sin aletas. Es una especie muy extendida en Europa, Asia y África, sobre todo en las proximidades del agua.
Se recogen las hojas, cuando son todavía jóvenes y viscosas (folium alni), por sus virtudes farmacéuticas; a veces también se recogen en primavera ramas jóvenes, preferentemente en árboles talados. Se dejan secar las partes recolectadas a la sombra, a una temperatura que no sobrepase los 40° C. Contienen taninos y antraquinonas y, por lo tanto, son astringentes y amargas. Se emplea en el tratamiento de enfriamientos intestinales, diarreas persistentes y hemorragias internas.
Se prepara una infusión en una proporción de dos cucharaditas de las partes cortadas en una taza de agua, que se debe consumir en el día. Esta infusión alivia también en caso de enfriamientos y de fiebre. Para la estomatitis y la amigdalitis, se recomienda usar la decocción en gárgaras.
La medicina popular emplea las hojas frescas, machacadas, en aplicación externa para curar las grietas de los senos y las furunculosis. Se puede utilizar con los mismos fines el aliso blanco (A. incana), que crece en las regiones montañosas.
Época de floración: II-IV
Cosecha: hojas IV-V; corteza III-V