Trigonella foenum-graecum L.
Planta herbácea anual, cultivada en pleno campo por sus cualidades alimenticias y medicinales. Originaria de la región mediterránea, la alholva se desarrolla incluso en latitudes más septentrionales siempre y cuando sea sembrada en lugares algo resguardados y en terrenos suficientemente ricos y calcáreos. Se cultiva en primavera. Posee un tallo erguido, hojas trimeras y flores de un color entre amarillo y violáceo. Su fruto es una fina vaina que encierra semillas de color amarillo (ver figura, a la izquierda).
Su interés medicinal radica en las semillas (semen foenum-graeci). Son ricas en albúminas y en substancias mucilaginosas; contienen además un alcaloide tóxico, la trigonelina, colina y una ínfima cantidad de una esencia oscura y maloliente. Estas semillas deben emplearse únicamente en forma de polvos gruesos, con los cuales se prepara una infusión reconstituyente para la convalecencia, calmante de la tos y estimulante de la producción de leche materna. La infusión o la decocción se elabora en la proporción de 0,5 a 5 gramos de polvos por un cuarto de litro de agua, para tomarlo dos o tres veces al día. Sus desagradables olor y sabor pueden aliviarse añadiendo esencia de menta o de naranjo. La infusión también es hipoglucemiante.
En aplicación externa las semillas molidas, a veces diluidas en leche, sirven para la preparación de cataplasmas calientes, que se aplican sobre las equimosis, las hinchazones y las úlceras.
En veterinaria se utilizan las semillas de alholva para aumentar la producción de leche; el mismo efecto se puede obtener utilizando los tallos como forraje.
Época de floración: IV-V
Cosecha: semilla VII-VIII