(Oxalis acetosella L.)
Planta perenne dotada de un fino rizoma rastrero y de un tallo atrofiado que soporta hojas a través de largos peciolos. Son hojas trimeras; los foliolos que las componen tienen forma de corazón invertido; y de noche o con mal tiempo se repliegan según el eje de su nervadura central. Sus flores blancas brotan de forma aislada; tienen pétalos veteados de violeta y largos pedúnculos. La polinización de este tipo de flores se realiza a través de los insectos. Otras flores son autofértiles; disponen de cortos pedúnculos y son cleistógamas. Los frutos resultan cápsulas (ver figura, abajo a la izquierda) que al madurar revientan y expulsan por los alrededores sus pequeñas semillas (abajo a la derecha). Esta especie se extiende por toda el área templada del hemisferio Norte, así como por África del Norte. La aleluya forma grandes tapices en los bosques húmedos y sombreados, entre los matorrales y en los bosquecillos.
Antiguamente se recogían los tallos foliados (herba oxalidis acetosellae) en primavera y en otoño, durante la floración de la planta. Se ponían a secar a la sombra, en un lugar ventilado, dándoles a menudo la vuelta. La planta, tanto seca como fresca, es rica en ácido oxálico, el cual, en pequeñas dosis, cumple un efecto diurético. La medicina popular emplea sobre todo las plantas frescas o su jugo, que en primavera constituyen una reserva de vitamina C, siendo antiguamente utilizadas como antiescorbúticas. Las compresas de hojas aplastadas servían para reducir las hinchazones, y en caso de gingivitis se masticaban las plantas frescas. Hoy día apenas se utiliza.
Época de floración: IV y IX-X
Cosecha: tallos foliados IV y IX-X