Betula pendula ROTH. (sin: Betula verrucosa EHRH.)
Betulaceae
Árbol de gran tamaño con ramas colgantes pardas y corteza blanca, agrietada en la base del tronco. Sus hojas, con pecíolo muy largo e inicialmente pegajosas, se presentan en los ramos en disposición alterna. El abedul es un árbol monoico: lleva al mismo tiempo amentos de flores con pistilo. El fruto es un aquenio (véase dibujo abajo a la izquierda). El abedul es común en Europa y Asia, donde se encuentra en las zonas forestales, bosques, claros y alamedas.
Se utilizan sus hojas desde siempre para curar las enfermedades del aparato urinario y los reumatismos. Se colectan las hojas (folium betulae) unos dos meses después de su aparición y se dejan secar a la sombra o en secadero a una temperatura de 40°C justos. La droga obtenida contiene saponinas, taninos, aceites esenciales, resinas y antisépticos vegetales. Tiene un olor aromático y un sabor amargo.
Las sustancias que encierra poseen una acción diurética y desinfectante que no irrita los riñones. El abedul es, por consiguiente, uno de los principales componentes de tisanas renales destinadas a curar las vías urinarias, la vejiga y los cálculos renales. Asimismo, cumple un efecto sudorífico, sobre todo en combinación con la flor del tilo. Se prepara una infusión a razón de 1 a 2 cucharadas de hojas cortadas por cada taza de agua y con una pizca de bicarbonato de sosa, que se toma dos veces al día.
En aplicaciones externas, las hojas de abedul sirven para preparar baños refrescantes y curar los reumatismos. Por destilación seca, se obtiene brea de abedul (pix betulae), que es usada a menudo para tratamientos dermatológicos.
Época de floración: IV-V
Cosecha: hojas V-VI