Nigella sativa L.
Planta anual, de tallo erguido y ramificado, coronado por flores solitarias de pétalos de color blanco azulado. Las hojas son pinnadas, recortadas y alternas. El fruto es una cápsula (ver figura, abajo a la izquierda) que encierra las semillas negras (abajo a la derecha) y perfumadas.
Esta especie es originaria de Europa meridional y de Asia occidental. Ha sido siempre cultivada en pleno campo, sobre todo en los países cálidos, aclimatándose con facilidad. La semilla de neguilla fue empleada para aromatizar el vino. Aún hoy día está considerada en los países árabes como una especie de remedio para todo.
Se recolectan las semillas a mano, por corte de las cápsulas, o mecánicamente en el momento óptimo de maduración del cultivo. A continuación se limpian y se ponen a secar. Desprenden un olor a alcanfor y ofrecen un sabor amargo al principio, y después aromático. Contienen sobre todo saponina, aceite esencial, un jugo amargo denominado nigelina, y tanino. Son colagogas, diuréticas y estimulantes de la secreción láctea. Poseen un efecto relajante de los músculos lisos, son carminativas y vermífugas.
Se prepara una infusión a razón de una cucharadita de semillas por una taza de agua, que se toma dos veces al día, lo mismo para los casos de bronquitis.
La semilla de neguilla se utiliza desde la antigüedad como aroma en la panadería y como sucedáneo de la pimienta; la esencia que se obtiene de ella sirve también como aroma en confitería. Sin embargo, estas semillas resultan ligeramente tóxicas. La neguilla es una excelente planta melífera y polinífera. Su pariente, el agenuz (N. damascena), se cultiva como planta ornamental.
Época de floración: VI-VII
Cosecha: semillas VII-IX