23 декабря, 2024

Sangre de CristoFumaria officinalis L.

Planta herbácea anual de tallo frágil, bajo, ramificado y con hojas divididas de color blanco. Sus florecillas tubulares, reconocibles por su espuela, se agrupan en un largo racimo violáceo. El fruto es un aquenio.

Resulta una adventicia frecuente en los cultivos, en los jardines y en las viñas. Desde la antigüedad es utilizada en aplicaciones medicinales y cosméticas. Su nombre científico proviene del latín «fumus» = humo, a causa de su olor, de su efecto irritante sobre los ojos y de su color grisáceo.

Se recolectan sus sumidades (herba fumariae) a mano, cortando toda la planta a ras del suelo. Se ponen a secar sobre cañizos en capas finas, sin manipulaciones superfluas, o en paquetes colgados en lugar aireado. La temperatura óptima de secado es de 35°C. Una vez libre de toda humedad, se debe conservar la fumaria en seco, dentro de recipientes herméticos.

Contiene alcaloides, sobre todo la fumarina, así como taninos. Actúa sobre la musculatura lisa y acelera el peristaltismo intestinal, lo cual hace que sea aperitiva; cumple igualmente un efecto diurético y colagogo. Tanto en tomas internas como en aplicaciones externas, purifica la piel, termina con las erupciones rebeldes y, junto con las hojas del nogal, cura las hemorroides.

La fumaria es una planta tóxica; en fuertes dosis produce una parálisis de los músculos lisos y de los centros respiratorios. Se debe emplear bajo control médico.

Época de floración: V-VII
Cosecha: sumidades V-VII

Autor

  • Juan Mendoza

    Herbalista con 15 años de experiencia, Lic. en Botánica de la Univ. de Lima, especializado en plantas medicinales y sus aplicaciones terapéuticas.

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