(Bryonia alba L.)
Planta perenne de raíz cónica y ramificada, de tallo áspero y voluble, que alcanza una longitud de hasta 5 m. El tallo lleva hojas palmeadas alternas y zarcillos. En la axila de las hojas aparecen racimos sueltos de pequeñitas flores de color verde amarillento, machos y hembras en la misma planta. Sus frutos son bayas negras. Toda la especie es tóxica. Originaria de Europa meridional, abunda en los lugares donde hay escombros. Antiguamente se solía plantar la nueza alrededor de las granjas, porque se pensaba que protegía a los animales domésticos.
En este caso se recolecta la raíz (radix bryoniae). Después de extraerla de la tierra, se lava y corta en rodajas que se ponen a secar a una temperatura máxima de 45 °C. Las partes activas ofrecen un sabor fuerte y amargo y un olor desagradable. Contienen glucósidos (brionina), tanino, fitoesteroles y resinas (briostesinas). Poseen una fuerte acción catártica, diurética y emética. Se emplean en el tratamiento de reumas y de la gota, así como para eliminar sales tóxicas del cuerpo, siempre bajo control médico.
La especie próxima (B. dioica, Nueza dioica) es realmente dioica, y sus bayas maduras son rojas. Ambas especies resultan venenosas, y el simple contacto de su savia con la piel puede provocar una urticación y una dolorosa formación de ampollas. Quince bayas constituyen una dosis mortal para un niño.
Época de floración: VI-VIII