Prunus spinosa L.
Arbusto que forma espesuras impenetrables gracias a su fácil y densa reproducción por retoños que brotan de sus raíces. Sus ramas espinosas soportan pequeñas hojas ovales y pecioladas, dispuestas de manera alterna. Las flores son blancas y pentámeras; su apertura ocurre antes de la aparición de las primeras hojas. Los frutos, conocidos como endrinas, son drupas de color azul oscuro. El endrino crece en laderas secas y soleadas, sobre terrenos pobres y pedregosos. Es conocido desde la antigüedad como planta medicinal y alimenticia. Se han encontrado huesos de endrina entre los restos de ciudades lacustres del neolítico.
Con fines medicinales, se recolectan las flores (flos pruni spinosae), que se secan con precaución, colocándolas en finas capas para evitar que se oscurezcan y se deshagan. También se recolectan los frutos (fructus pruni spinosae), que deben estar bien maduros e incluso algo pasados, tras las primeras heladas. Con ellos se preparan confituras o mermeladas, o se secan rápidamente al sol antes de colocarlos en un secadero.
Las flores contienen glucósidos, taninos, azúcar, pigmentos y vitamina C. Son principalmente diuréticas, y se preparan en infusión a razón de dos cucharaditas de flores secas por taza de agua, para tomar dos veces al día. Esta tisana también favorece los intercambios metabólicos y ejerce un ligero efecto laxante. Los frutos contienen principalmente taninos y ácidos orgánicos. Secos, son astringentes y se emplean contra las afecciones de la vejiga y de las vías urinarias, así como en casos de trastornos digestivos. Los frutos frescos se utilizan para la fabricación de jugos, jarabes y vino de endrina.
Época de floración: IV
Cosecha: flores III-IV; frutos X