Rosal silvestre Rosa canina L.
Arbusto de tallo espinoso y hojas imparapinnadas y alternas. Sus grandes flores son de color blanco rosáceo. Los frutos son aquenios encerrados en un escaramujo rojo y carnoso. Esta especie es espontánea en Europa, donde se encuentra en las laderas secas y en los linderos de los bosques y montes. Ya en tiempos prehistóricos era conocido, como lo demuestran los restos encontrados cerca de las ciudades lacustres. Los escaramujos siguen siendo aprovechados en la actualidad. Se ponen a secar en finas capas, preferiblemente en secadero a 35° C como máximo.
Los frutos secos (fructus cynosbati) se conservan en un sitio bien seco, aunque durante no más de un año. Contienen hasta un 1% de vitamina C, carotenos, complejo vitamínico B, azúcares, pectinas, taninos y ácidos málico y cítrico. Los aquenios son ricos en aceite. Se emplean sobre todo en forma de tisana, la cual tiene un efecto preventivo, ya que aumenta la resistencia del organismo frente a las enfermedades y epidemias. Al mismo tiempo, favorece los procesos enzimáticos, estimula la hematopoyesis y ejerce un ligero efecto diurético y laxante. Es un excelente reconstituyente para los convalecientes y combate eficazmente los resfriados.
La infusión debe prepararse por maceración en frío de los escaramujos machacados sin sus aquenios, y no por ebullición prolongada. La decocción es hemostática, útil contra la gingivitis y alivia los dolores dentarios. Los escaramujos frescos se utilizan en mermeladas, confituras y vinos medicinales.
Época de floración: VI-VII
Cosecha: frutos IX-X
